El Hermoso municipio de Sácama, en cuyos alrededores todavía se levantan, como si el tiempo no pasara, los antiquísimos corrales de piedra pertenecientes a los hatos de la colonia; de origen indígena, sus pobladores viven entre gigantescas montañas y mesetas, en la tierra que les produce la agricultura tradicional, el ganado vacuno y equino. Las reservas naturales de carbón y sal, aún sin explotar, esperan ser en un futuro próximo parte de la economía. El río Sácama con su alegre musitar, pasa bordeando la población iniciando su largo peregrinar hacia el llano. Es el mayor afluente que de la cordillera oriental, vierte sus aguas al río Casanare. Las antiguas calles empedradas sienten transitar a los aborígenes U' was, que salen del Resguardo de Barronegro, a mercadear el maíz, la yuca y el plátano. Olvidados y en extinción, tratan de no dejar morir su cultura en medio de hermosos parajes de montaña que invitan a escalar, para admirar el universo de verdes.